Ya fuera de peligro, la oficial se encuentra internada en el Hospital Privado de la Comunidad.
Aún en estado de shock, Micaela Ayelén Riva (23) se encuentra internada en el Hospital Privado de la Comunidad y a la espera de un nuevo parte médico. Dueña del nefasto título de ser la primer miembro de la Policía Local en recibir un tiro en pleno ejercicio, aseguró que quiere ser “la primera y la última”.
Ya fuera de peligro, y en diálogo exclusivo con LA CAPITAL, la joven oficial relató los minutos angustiantes que vivió ayer cuando un hombre armado la increpó, la obligó a entregarle su arma reglamentaria y le disparó en la pierna cuando intentó escapar.
“Me gritaba ‘dame el arma, dame el arma'”, recuerda Micaela, quien aseguró que pensó en disparar pero luego recapacitó: “Era mi vida, yo no sabía si él disparaba a dónde iba a ir ese tiro”.
Con una admirable tranquilidad y firmeza, detalló uno a uno los detalles de lo ocurrido y aseguró que “fue un momento horrible”, porque a pesar de haber cedido ante el pedido del arma, el delincuente no dejaba de apuntarla.
“Le pedí a los gritos que se vaya, que ya le había dado el arma, qué más quería, pero él insistía en que no me moviera, que me quedara quieta”, contó.
Al verse totalmente desprotegida, Micaela recuerda haber comenzado a retroceder hacia la avenida pero en el momento en que atinó a darse vuelta el hombre le disparó la pierna.
Lo próximo que recuerda es haber pedido ayuda y que la ambulancia que solicitaron nunca llegó, sólo el comando a cargo del teniente Silva .”Yo no quería que me tocaran porque el protocolo aclara que el herido no se puede tocar hasta que llegue la ambulancia de primeros auxilios”, aclaró, pero finalmente y ante la urgencia de la situación, Micaela aceptó que la trasladaran al hospital.
Notablemente compungida por lo sucedido, Micaela lamenta profundamente ser la primera policía local baleada. “La primera y ojalá que la última”, deseó.
Acompañada por sus padres Daniel y Viviana, la oficial se mostró muy agradecida por las muestras de afecto y solidaridad de Fernando Telpuk y su jefa en la fuerza, Laura Rodríguez, quienes se acercaron inmediatamente al nosocomio para interiorizarse sobre su estado de salud.